1. La Muerte en la Calle. José Félix Fuenmayor*
Este cuento narrado en primera persona cuenta la vida de un vagabundo o habitante de la calle de una ciudad cualquiera. No siempre fue vagabundo. Cuando era niño vivía con su mamá y un tío. No supo quien era su padre, su madre no le quiso decir quien era y él no le quiso preguntar. Su madre trabajaba duro todo el tiempo, en oficios domésticos, para mantenerlos hasta que un día murió. Cuando eso sucedió, su tío vendió lo que tenían y se fue en un barco no se sabe adónde. Antes de irse, le compró implementos para que se dedicara a la zapatería y pudiera vivir de ese oficio. El niño fue donde un zapatero a quien le mostró los implementos; pero éste le dijo que no servían y lo despidió. El niño se los dejó y entonces empezó a vagar por las calles, a mendigar para comer y pasaba la noche en refugios improvisados.
Así aprendió a conocer a la gente, y el arte de pedir sin cansar a los pocos buenos "caballerazos" que le daban unas monedas para conseguir la poca comida que él tenía y a los muchachos malos que le arrojaban piedras, se burlaban de él y le hacían la vida imposible. Creía que todo lo que le sucedía era la voluntad de Dios y que todo sucedía para bien, aunque en el momento no se le viera lo bueno a la situación.
Era tan poco lo que comía, un poco de café, agua, azúcar y un trozo de pan, que poco a poco se fue muriendo de desnutrición. Un día que iba caminando con los periódicos que le servían de sábana y colchón hacia la cueva que era su refugio en las afueras de la ciudad, se cansó de caminar y se sentó a descansar en un sardinel, pero no se volvió a levantar.
Algunas frases para destacar:
- "Yo digo que los perros son buenos y los muchachos son malos. Esto quiere decir que yo no he conocido muchacho bueno ni perro malo. Pero seguramente Dios ha hecho de todo".
- "Está visto que las cosas malas que a uno le pasan, son buenas por otro lado que uno no llega a conocer sino después, cuando es su momento."
- "Me miré yo mismo para dentro y pensé: yo no puedo quedarme con la gente porque cada uno es de otra y yo perdí la mía, entonces, la parte que me queda del mundo son las calles; por las calles es por donde puedo buscar mi propio camino, que es lo que Dios quiere,..."
*José Félix Fuenmayor, nació y murió en Barranquilla (1885-1966)
Recogido en la Antología del cuento colombiano contemporáneo "Cuentos de la Calle" del Grupo Editorial Norma, 2007.