jueves, 6 de enero de 2011

El libro de los amores ridículos

Escrito por Milan Kundera.
El libro de los amores ridículos, una compilación de siete relatos escritos entre 1959 y 1968. Como dice en la contraportada del texto editado por TusQuets, "Se trata de las narraciones más seriamente desvergonzadas y las más reflexivamente divertidas de toda su obra., protagonizadas por una serie de personajes hedonistas que recorren el mundo en busca de los juegos múltiples y contradictorios de la amistad, del amor y del sexo, y envueltos en un mundo lleno de severidad, hermetismo e inquisición (de la sociedad checa de la época), no pueden sino incitar a la risa. Una risa auténtica, traviesa; un humor sabio, refinado y gozoso". El amor acerca del cual escribe Kundera es un amor para nada sublime, efímero, ridículo.

1. Nadie se va a reir.
En el primer relato un profesor universitario de reconocido prestigio en el campo del arte, cuenta en primera persona su relación con Klara, una joven hermosa de veinte años. Inicia celebrando la publicación de uno de sus trabajos en una revista especializada en crítica de arte y el comienzo de su romance con la joven; en esos momentos recibe del señor Zaturecky, un admirador suyo, la petición de que valore su trabajo para ser publicado en la revista "Pensamiento Artístico". El trabajo de este señor no vale la pena, pero el profesor no tiene el coraje de enfrentarlo y decirle la verdad, por lo cual recurre a muchas maniobras evasivas para escapar al continuo asedio del señor Zaturecky. En una ocasión, el señor Zaturecky va a buscarlo a su apartamento donde sólo se encuentra Klara y el profesor, con la intención de zafarse de este molesto admirador y de escribirle su recomendación, se vale de esta situación para acusarlo injustamente de querer aprovecharse de su amiga. Sin embargo, el señor reacciona tratando de defender su honor, lo que acarrea nuevas situaciones que ponen en aprietos al profesor. Lo que en un comienzo parecía una broma inocente terminó enredándolo en mentiras y engaños que le costaron su situación en la universidad, el vecindario y en su relación con Klara.

Destaco los dos primeros párrafos del capítulo 2 que dicen:
"El hombre atraviesa el presente con los ojos vendados. Sólo puede intuir y adivinar lo que de verdad está viviendo. Y después, cuando le quitan la venda, puede mirar al pasado y comprobar qué es lo que ha vivido y cuál era su sentido.
"Aquella noche pensé que estaba brindando por mis éxitos, sin tener la menor sospecha de que estaba celebrando la inauguración de mis fracasos."

2. La dorada manzana del eterno deseo
En el segundo relato el escritor, un hombre divorciado de unos 35 años, y su amigo Martin, casado con una hermosa y joven mujer, a quien ama y teme, salen a una ciudad cercana a Praga en busca de las aventuras que les ofrecen unas muchachas, aprovechando la habilidad de Martín para acercarse a las mujeres y concertar primeras citas. Pero no pasa de ser un juego de acoso, que no pueden llevar a buen término y sólo sirve para autoengañarsen "reafirmando" su masculinidad.
Destaco los siguientes apartados:
Bien, me dije. Martín es prisionero de su propio engaño, pero ¿y yo? ¿porqué le ayudo yo en ese ridículo juego? ¿porqué yo, sabiendo que todo esto es un engaño, finjo igual que él? ¿No resulto así más ridículo que Martín? ¿Porqué tengo que poner en este momento cara de estar ante una aventura amorosa, sabiendo que lo más que me espera es una hora absolutamente inútil con unas chicas extrañas e indiferentes?
...
¿Acaso yo mismo seré capaz de despedirme con mayor facilidad de esos ademanes que para mí significan la juventud? (...) ¿Qué importa si todo es un juego vano? ¿Qué importa si lo sé? ¿Acaso dejaré de jugar sólo porque sea vano?